Gracias, qué palabra tan poderosa, cuando se dice abre puertas y cuando no, las cierra.
He tenido la oportunidad de poder trabajar con empresas que me dicen “¿Cómo le hago para que mi personal se ponga la camiseta?” mi respuesta es con otra pregunta “¿ Y tú ya te pusiste la de ellos?”
En la mayoría de ocasiones donde la fidelidad de las personas hacia la empresa es baja, hay un común denominador, las personas se sienten utilizadas, que no importan, que no son escuchadas, que sus necesidades no importan, que no son reconocidas, entre algunas situaciones más. Hoy quiero hablarles del reconocimiento a través del agradecimiento.
Imagina: llegas a tu oficina y encuentras todo perfectamente ordenado y limpio, la persona encargada de la limpieza hizo bien su trabajo, está enfrente de ti, ¿qué haces? empiezas a buscar algo que haya faltado(el pelo en la leche), eres indiferente, piensas que es su trabajo y listo, o le agradeces? Esto puede ser un ejemplo muy burdo y sencillo pero el agradecimiento empieza justo por ahí, en lo sencillo.
“Ponerse la camiseta de tu equipo” implica varias cuestiones, pero una muy fuerte y relevante en la que te puedes enfocar es en ser agradecido con ellos y por consecuencia reconocerlos.
Agradecer por el café servido, agradecer por el favor realizado, agradecer por el trabajo terminado, agradecer por los resultados alcanzados, agradecer por el tiempo involucrado, agradecer por su disposición, agradecer por una buena actitud, agradecer por el esfuerzo realizado, agradecer por la entrega a tiempo, agradecer, agradecer, agradecer.
Cuando agradecemos, reconocemos y cuando hacemos esto el primer mensaje que mandamos es “lo noto, me doy cuenta” el segundo mensaje que mandamos es “no me es indiferente” el tercer mensaje es “lo comunico porque me importas”. Sumado a todo esto el agradecimiento también principalmente comunica educación. El agradecimiento comunica muchas cosas, todas estas positivas, agradecer suma a la cuenta emocional de la persona, agradecer gana el corazón de la gente, agradecer te abre puertas con las personas, pero cuidado, sólo si se hace de manera genuina y auténtica tendremos estos frutos, ya que al agradecer de manera hipócrita o sarcástica obtendremos exactamente lo contrario: negatividad, distanciamiento, indiferencia, puertas cerradas.
Ahora, es cierto que algunos de estos ejemplos hipotéticos son situaciones que las personas deberían hacer por que es su trabajo y no estás “obligado” a agradecer (que creo realmente nadie está obligado a agradecer) y es precisamente ahí donde ser agradecido con tu equipo se vuelve valioso e importante, porque es algo que no estás obligado a hacer y sin embargo, lo haces. Esta es una de las maneras en las que puedes ponerte su camiseta.
Reflexiona:
¿Te consideras una persona agradecida?
¿Tú equipo te considera una persona agradecida?
¿Cuál es la sensación que te provocan las personas que no te agradecen lo que tú haces?
¿Tienes una cultura de agradecimiento y reconocimiento dentro de tu empresa?
Esta semana te invito a practicar el agradecimiento, 1 tarea a la vez.
Estás son algunas cosas que puedes hacer:
-Si tienes algo bueno que decirle a alguien, díselo, no te lo guardes.
-Seguro hay una persona con la que estás agradecido y por x situación no se los has podido externar, este es el momento, ¡hazlo ya! haz esa llamada, manda ese mensaje, busca a esa persona.
-Frena un momento y analiza cómo tu vida es beneficiada gracias al trabajo y esfuerzo de otras personas, sé consciente que gracias a otros tu vida es mejor.
-Haz algo bueno por alguien de manera extraordinaria (lo que tú entiendas por extraordinario) y analiza si esta persona te agradeció, ¿cómo te hizo sentir?